Reforma de vivienda en el barrio de Poble Sec en Barcelona

Hace unos días finalizó una reforma de vivienda en el barrio de Poble Sec en Barcelona. El arquitecto supo encontrar soluciones creativas y con materiales básicos a pequeños problemas con un presupuesto muy reducido; consiguiendo así, un espacio agradable y acogedor, donde vivir y trabajar.

La primera actuación fue vaciar los elementos divisorios que se construyeron de manera laberíntica durante los años. Se encontraron dos pilares escondidos que se dejaron en su estado original para crear un estilo honesto y transparente. Se optó por arrancar los revestimientos de algunas paredes y otras se dejaron los ladrillos a la vista, dándole virtud a la mezcla de piezas. En la fase final, se procedió al apeo de la fachada y a la apertura de ventanas que daban al patio interior, para mejorar notablemente la relación interior-exterior. El pavimento escogido fue el mortero decorativo a base de anhidrita de color natural pigmentado en blanco, para buscar un espacio amplio y con la característica de la conductividad térmica, ya que se optó por calefactar la vivienda a través de suelo radiante.

Se realizaron distintos tratamientos para solucionar futuros problemas de humedades, como la inyección de un producto  hidrofugante utilizando el sistema Sikamur Injectocream. Se controló el armado y las dimensiones,  y el encofrado se trato de la misma manera que si se hubiese revestido. En referencia a las vigas de madera, algunas se reforzaron, otras se decaparon y se les aplicó un tratamiento curativo con protector químico insecticida y fungicida mediante injección y polvoración.

Para crear intimidad a la entrada, ya que en el pasado era una planta baja abierta a la calle que invitaba a entrar; se diseñaron unas puertas de madera de estilo neoplasticista alternando estratégicamente unas partes ciegas y otras con vidrios translucidos texturizados.

El resultado final; un espacio honesto y desacomplejado para una joven pareja que vive y trabaja y sobretodo que disfruta.

 

Artículo publicado en L’informatiu numero 354.