REHABILITACIÓN PARA MEJORAR LA EFICIENCIA ENERGÉTICA DE LAS VIVIENDAS
La organización conservacionista WWF y la Fundación Reale colaboran con el Ayuntamiento de Madrid en un programa en el que su objetivo es rehabilitar los edificios para una mayor eficiencia energética.
El 90% de los 25 millones de viviendas españolas suspende en eficiencia energética. Estos datos los encontramos en un estudio realizado por Certicalia, una red de más de dos mil técnicos que realizan certificados energéticos en toda España que deben tener obligatoriamente todas las casas que vayan a salir a la venta o en alquiler. Este informe está basado en una muestra representativa de seis mil viviendas, en el que muestra que ninguna de estas viviendas alcanza la clasificación A en consumo de energía, que es la más alta, solo el 11% logra la clasificación B, C o D, que se consideran aprobados, y el resto se quedan con las letras E, F o G, las no eficientes.
Hemos llegado a estos datos, “Primero, porque hasta 1979 no se introdujo la primera ley que incluía unos mínimos requisitos de aislamiento en las construcciones. Y hasta 2006, con la probación del Código Técnico de la Edificación (CTE), no se endurecen las exigencias para los edificios de nueva construcción para poder alcanzar al menos una calificación D”, explica Inés García, la portavoz de Certicalia.
Los beneficios de la rehabilitación energética en viviendas existentes
Según una guía creada por WWF y la Fundación Reale, el coste medio de una rehabilitación energética es de 14 mil euros de media por vivienda. Hemos de tener en cuenta tanto las medidas pasivas, como el aislamiento de los muros y cubiertas, las instalaciones de sombreado, etc., como las medidas activas, teniendo en cuenta la certificación de calderas por la sustitución de otras más eficientes, las energías renovables, renovación de electrodomésticos, etc. Podemos llegar a ahorrar un 80% del consumo energético de una rehabilitación total y recuperar esa inversión en unos diez años. La rehabilitación energética de viviendas no solo ayuda a reducir el consumo, sino que también mejora la calidad de aire interior, reduce la entrada de ruidos y contribuye a la calidad de vida de los habitantes.
Existen otros factores que influyen en este desorden de edificios tan poco eficientes. “Con el boom inmobiliario se construyó mucho sin tener en cuenta el factor geográfico, ni la orientación de las fachadas, ni el emplazamiento, y eso tiene como resultado edificios que dependen de los sistemas mecánicos de climatización para calentarse o refrigerarse. En la arquitectura tradicional encontramos ejemplos mucho más eficientes: el norte de España se construían galerías acristaladas, que captaban el calor del sol a modo de invernadero; en cambio, en el sur son tradicionales los patios sombreados y las ventilaciones cruzadas para refrescar las viviendas”, comenta la portavoz de Certicalia.
Según Georgios Tragapoulos, técnico de eficiencia energética de WWF en España, “La única solución es la rehabilitación energética. Para cumplir con los objetivos energético y de emisiones de la UE para 2050, España debe establecer como meta una tasa de reforma 400 mil viviendas anuales.”
Fuente: www.elpais.com